La Ley Orgánica 1/2025 introduce un cambio importante con la promoción obligatoria de métodos adecuados de solución de controversias (MASC) como mediación y arbitraje antes de acudir a tribunales. Esto busca reducir el número de litigios judiciales, ofreciendo a las empresas la oportunidad de resolver disputas de forma más temprana y menos costosa. Las empresas deben ajustarse para adoptar una cultura proactiva de negociación, estableciendo procedimientos internos efectivos para gestionar conflictos desde su aparición.
Las ventajas son considerables: menores costos legales, ahorro de tiempo y preservación de relaciones comerciales. Sin embargo, si una empresa no participa de buena fe en un MASC, podría enfrentar sanciones procesales, que incluyen la pérdida del derecho a recuperar costas judiciales.
Aunque los pleitos laborales están exentos de la mediación obligatoria, la Ley 1/2025 refuerza ciertos derechos laborales, incrementando las obligaciones de las empresas. Establece criterios claros para el pago puntual de salarios, considerando grave cualquier retraso superior a 15 días y permitiendo a empleados dimitir con indemnización tras impagos persistentes.
Asimismo, la ley introduce medidas de protección frente a despidos injustificados tras peticiones de adaptación de jornadas o permisos familiares. Estas medidas obligan a las empresas a manejar despidos con una justificación sólida para evitar nulidades.
Además de los métodos extrajudiciales, la Ley 1/2025 propone una reorganización de la justicia con la creación de Tribunales de Instancia, que sustituirán a los juzgados unipersonales. Esto se traduce en una estructura judicial más especializada que busca acelerar las resoluciones y proporcionar decisiones más uniformes.
Las Oficinas de Justicia municipales acercarán los servicios judiciales a localidades, facilitando el acceso a la justicia para empresas en regiones alejadas de los grandes centros judiciales.
La reforma ajusta el manejo de las situaciones de disolución por pérdidas, permitiendo a las empresas en dificultades financieras más tiempo para reestructurarse antes de ser obligadas a disolverse. Esto proporciona más flexibilidad en momentos críticos y alinea las normativas societarias y concursales, ofreciendo una coherencia regulatoria que puede ser un salvavidas para empresas en crisis.
Las secciones especializadas de lo Mercantil también aseguran que temas complejos, como concursos de acreedores y litigios societarios, reciban la atención de jueces experimentados, lo que puede beneficiar a empresas con casos intrincados.
Se han establecido regulaciones detalladas respecto al manejo de reclamaciones por cláusulas abusivas en contratos, promoviendo que las empresas respondan adecuadamente a las quejas de consumidores antes de considerar acciones judiciales.
Adicionalmente, se busca una mayor agilidad en los procedimientos laborales mediante la incentivación de la oralidad y la conciliación. Las empresas deberán prepararse para responder con prontitud a reclamaciones laborales potencialmente escaladas a procedimientos judiciales, anticipando la resolución de conflictos dentro de un marco más claro y efectivo.
La Ley Orgánica 1/2025 busca modernizar la justicia en España haciendo hincapié en la mediación y la reorganización judicial. Las empresas deben prepararse para estas nuevas dinámicas, particularmente aquellas pequeñas y medianas que podrían beneficiarse con costes legales más bajos y procedimientos más rápidos. La legislación también fortalece los derechos laborales y establece obligaciones más claras para los empleadores, protegiendo tanto a trabajadores como a consumidores.
En general, las empresas deben adaptarse para gestionar conflictos eficazmente y aprovechar la estructura judicial renovada en su beneficio. Adoptar prácticas conciliadoras y evitar litigios innecesarios puede convertirse en una ventaja competitiva importante en este nuevo entorno.
Desde una perspectiva técnica, la Ley 1/2025 implica una profunda transformación estructural y procedimental que influirá en cómo se gestionan los conflictos de carácter civil y mercantil. Las firmas deben asegurarse de que sus equipos legales y de cumplimiento comprendan bien los nuevos principios de mediación obligatoria y cómo estos interactúan con sus operaciones, especialmente en disputas trasfronterizas y consumeristas.
A nivel operacional, la creación de Tribunales de Instancia especializados y las reformas societarias y concursales proporcionan un marco por el cual pueden lograrse mayor predictibilidad y eficiencia de resolución de conflictos. Proactivamente, las firmas deben invertir en formación para manejar internamente mediaciones y preservar relaciones comerciales estratégicas sin la necesidad de recurrir directamente a los tribunales.
Defendemos tus derechos con profesionalidad y compromiso en los tribunales españoles. Tu satisfacción es nuestra prioridad absoluta.